Dije: - Dios, me duele
Y Dios dijo: - Lo sé.
Dije: - Dios, he llorado tanto
Y Dios dijo: - Para eso es que te di lágrimas.
Dije: - Dios, estoy tan deprimido...
Y Dios dijo: - Por eso es que te di el brillo del sol.
Dije: - Dios, la vida es dura.
Y Dios dijo: - Por eso es que te di a seres queridos.
Dije: - Dios, mi ser más querido murió.
Y Dios dijo: - El mío también.
Dije: - Dios, es una pérdida tan grande.
Y Dios dijo: - Vi el mío clavado en una cruz.
Dije: - Dios, pero tu ser más querido vive.
Y Dios dijo: - El tuyo también
Dije: - Dios, ¿dónde están ellos ahora?
Y Dios dijo: - El mío está a mi mano derecha, el tuyo está en la presencia del que le dio la vida.
Dije: - Dios, duele.
Y Dios dijo: - Lo sé... pero te prometí estar contigo hasta el final.
No le digas a Dios cuan grande es tu problema...
Dile a tu problema cuán grande es Dios.
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