12 ene 2014

Era mi amiga, pero yo la amaba

Era mi amiga, pero yo la amaba
yo la amaba en silencio puramente,
y mientras sus amores me contaba
yo escuchaba sus frases tristemente.

Era mi amiga, pero me gustaba
y mi afán era verla a cada instante.
Nunca supo el amor que yo albergaba
porque siempre me hablaba de su amante.

Era mi amiga para todo el mundo
porque a nadie mi amor yo confesaba,
pero yo la quería muy profundamente
y forzosamente me callaba.

Era mi amiga, y mi cuerpo sentía
estremecer si ella me miraba,
al oírla junto a mí feliz me hacía
más de este amor ella nunca supo nada
y aunque sólo mi amistad yo le ofrecía,
era mi amiga, pero yo la amaba...

Una de las cosas mas tristes de la vida es cuando conoces a alguien que significa todo, y solo para darte cuenta que al final no era para ti y la tienes que dejar ir.
Duele amar a alguien y no ser correspondido.
Pero lo que es mas doloroso es Amar a alguien y nunca encontrar el valor para decírselo, para decirle lo que sientes.
Tal vez Dios quiere que nosotros conozcamos unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando la conozcamos sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo.
Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo a aquella puerta que se cerro, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros. Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también; es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.

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