El color de las frutas y verduras que consumimos tiene mucho que decir...
Varios estudios realizados por investigadores holandeses afirman que, dependiendo de los colores de las frutas o las verduras, estos aportan unos valores u otros importantes para la salud.
El estudio realizado catalogaron las frutas y verduras en cuatro grupos cromáticos:
Los vegetales verdes: aportan magnesio y relajan los músculos.
Las espinacas, brócoli, coles de Bruselas, lechugas o judías son las verduras más ricas en ciertos nutrientes como el magnesio.
El magnesio participa en proceso de relajación muscular; por tanto, es fundamental el consumo para evitar la sensación de cansancio, tensión muscular y calambres.
El color naranja y el amarillo: poseen antioxidantes que nutren y protegen la piel.
Además, también tienen la capacidad de reducir la flacidez de la piel y las arrugas.
Las zanahorias, la calabaza, el mango y la papaya son los vegetales con mayor concentración de estos compuestos. En cuanto a las frutas, los cítricos, el melocotón y el albaricoque.
El color blanco: protege de problemas vasculares.
Si se consumen frutas como las peras y las manzanas, reducirá el riesgo de accidente cerebrovascular.
Color rojo y morado: produce salud cardiovascular.
Los flavonoides son los pigmentos colorantes en las frutas y hortalizas de color rojo intenso o morado. A esta y otras sustancias como el licopeno, abundante en el tomate, mejoran el perfil de riesgo cardiovascular.
También carotenoides pigmentos abundantes en este tipo de alimentos colorados, protegen la piel contra las quemaduras solares y aumentan la defensa contra la luz ultravioleta. Para lograr estos efectos saludables se aconseja la presencia diaria de alimentos coloridos como cerezas, uvas, fresas, bayas (frambuesas, moras, arándanos) y sandía.
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