1. Es curioso como todos los problemas que tengo en el trabajo y en mi vida social, desaparecen cuando llego a casa y mi perro me recibe con inmensa alegría. Definitivamente, estos animales tienen el poder de hacer que todo alrededor se ilumine.
2. Cuando saco a pasear a mi perro, no puedo evitar preguntarme si yo soy quien lo pasea a él, o es él quien me pasea a mí.
3. Puedes destrozar mis zapatos favoritos, ensuciar la entrada de la casa, desordenar mis cosas y hasta morder mi ropa. Pero cuando me miras de esa manera, simplemente soy incapaz de castigarte.
4. Menos mal que siempre que salgo con mi perro lleva la correa puesta. De ser así, no se donde terminaríamos ambos.
5. De mi perro he aprendido la importancia de ser fiel con los amigos, vivir cada día con felicidad y ocultarme del vecino cuando sale a ver quien ha destrozado su jardín.
6. No importa cuantos defectos tengas o las veces que tenga que soportar tu mal humor. Sabes que no hay nadie en el mundo que pueda amarte más de lo que te amo yo. Atte: tu perro.
7. No hay mejor manera de comenzar el día, que despertar con el ladrido de tu mascota, sin importar lo temprano que pueda ser.
8. Podrán tacharme de loco, pero estoy seguro de que no hay nadie que me comprenda mejor que mi perro, ni siquiera yo mismo. Y es que cuando y menea la cola y me mira con ese brillo de inteligencia en los ojos, estoy seguro de que entiende cada una de mis palabras.
9. No me importa que des brincos contra mí y puedas estropearme la ropa. Siempre puedo comprar una camisa o unos pantalones nuevos, pero jamás a un amigo tan fiel como tú.
10. Lo que más me gusta de los perros es que ellos no te hacen preguntas, ni te juzgan. Solo mueven la cola y hacen que te sientas feliz, sin importar los problemas que puedas tener.
