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22 ago 2014

Verdad muy cierta.


Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y recortarse la barba como es costumbre y entablo una amena conversación con la persona que le atendía.
Hablaban de muchas cosas y tocaron muchos temas. De pronto, tocaron el tema de Dios.

El barbero dijo: Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice.

Pero, ¿por que dice usted eso? - pregunto el cliente. Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O... dígame, acaso si Dios existiera, habría tantos enfermos? Habría niños abandonados? Si Dios existiera, no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad.

Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas. El cliente se quedo pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión.

El barbero termino su trabajo y el cliente salio del negocio. Recien abandonaba la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo; al parecer hacia mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado.

Entonces entro de nuevo a la barbería y le dijo al barbero. Sabe una cosa?

Los barberos no existen. Como que no existen? - pregunto el barbero . Si aquí estoy yo y soy barbero. No! - dijo el cliente -, no existen, porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.

Ah, los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mi. Exacto! - dijo el cliente -. Ese es el punto. Dios si existe, lo que pasa es que las personas no van hacia él y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria.

24 jul 2014

Mi Entrevista con Dios

Mi Entrevista con Dios


Soñé que tenía una entrevista con Dios…
“¿Te gustaría entrevistarme?” Dios me preguntó.

“Si tienes tiempo,” le dije.

Dios sonrió: “Mi tiempo es eterno, ¿qué quieres preguntarme?”

“Ninguna nueva, ni difícil para Ti,” le respondí. “¿Qué es lo que más te sorprende de la humanidad?”

Me contestó:

“Que tienen prisa por crecer, y tan pronto crecen quieren ser niños de nuevo.

Pierden su salud para hacer dinero y luego deben usar su dinero para recobrar la salud.

Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan su presente, con lo que no viven el presente ni el futuro.

Que viven como si no fueran a morirse, y se mueren como si no hubieran vivido...”

Las manos de Dios tomaron las mías y estuvimos en silencio por un rato y entonces le pregunté...

“¿Me dejas hacerte otra pregunta?”

No me respondió con palabras, sino sólo con Su tierna mirada.

“Padre, dime, ¿qué lecciones deseas que como Tu hijo yo aprenda?”

Dios me respondió con una sonrisa:

“Que aprendas que no puedes hacer que todos te amen y lo que sí puedes hacer es amar a los demás.

Que aprendas que lleva años construir una confianza y sólo segundos destruirla.

Que lo más valioso no es lo que tienes en tu vida, sino a quién tienes en tu vida.

Que aprendas que no es bueno compararte con los demás, pues siempre habrá alguien mejor o peor.

Que aprendas que una persona rica no es la que tiene más, sino la que necesita menos.

Que aprendas que debes controlar tus actitudes, o tus actitudes te controlarán cada vez.

Que aprendas que únicamente toma unos segundos herir profundamente a una persona que amas, y que puede tomar muchos años cicatrizar la herida.

Que perdonar se aprende perdonando.

Que aprendas que hay personas que te aman entrañablemente, pero que muchas veces no saben cómo expresarlo.

Que aprendas que el dinero lo compra todo menos la felicidad y que si primero eres feliz, será más fácil que tengas dinero.

Que tanto los pobres como los ricos pueden ser buenos o malos, sin importar el dinero que tengan o que no tengan.

Que a veces tienes derecho a sentir molestia, pero eso no te da derecho a molestar a quienes te rodean.

Que los grandes sueños requieren tanto de grandes alas, como de un tren de aterrizaje para lograrlos.

Que los amigos de verdad son tan escasos, que cuando encuentras uno, has encontrado un verdadero tesoro.

Que aprendas que dos personas pueden mirar la misma cosa y las dos percibir algo diferente.

Que aprendas que eres dueño de lo que callas y esclavo de lo que dices.

Que lo que siembras, cosechas: si siembras chismes, cosecharás intrigas; si siembras amor, cosecharás felicidad.

Que aprendas que la verdadera felicidad no es lograr lo que no tienes, sino aprender a disfrutar de lo que tienes mientras buscas mejorar.

Que aprendas que la felicidad no es cuestión de suerte, sino producto de tus decisiones: Decide ser feliz con lo que eres y tienes, o muere de envidia y celos por lo que no eres o te falta.

Que sin importar las consecuencias, quienes son honestos consigo mismos llegan lejos en la vida.

Que a pesar que pienses que no tienes nada más que dar, cuando un amigo llora contigo, encuentras la fortaleza para vencer tus dolores.

Que retener a la fuerza a las personas que amas, les aleja más rápidamente de ti; y al dejarlas ir, las dejas para siempre a tu lado.

Que nunca harás nada tan grande para que Yo te ame más, ni nada tan malo para que deje de amarte mucho; simplemente te amo a pesar de cómo eres.

Que aprendas que la distancia más lejos que puedes estar de mi es la de una simple oración.

Que perdonar a los demás no es fácil, que no siempre es suficiente ser perdonado por otros y que perdonarte a tí mismo es el primer paso...”

“Gracias por tu tiempo,” le dije. “¿Hay algo más que quieras que aprenda?”

Dios sonrió, y me contestó:

“Que sepas que Yo estoy aquí para todos... Siempre...”


22 feb 2014

Buenos días señor

Un nuevo día que me regalas
Gracias con toda la fuerza de mi corazón.
Gracias por este nuevo amanecer.
Gracias por este nuevo empezar.
Gracias por tu presencia que me acompañará en toda la jornada.
Quiero empezar este nuevo día con entusiasmo, Con alegría, Con ilusión.
Me da seguridad el saber que tu estarás a mi lado:
En mi familia, En mis amigos, En la gente con la que me voy a encontrar,
Te ofrezco mi trabajo En este día.
Ayúdame a llenarlo de entrega y amor, SEÑOR.
AMÉN..!!

20 feb 2014

CARTA A DIOS

¡Querido Papito Dios!:

¿Cómo estás? Te escribo para saludarte y decirte que te quiero mucho, mucho pero mucho.

Tu sabes, Papito, que todavía soy muy joven, y por mi inexperiencia pues... no he sido muy buena para administrar la "canasta básica" que me enviaste y..., pues..., ya se me ha ido agotando a lo largo de estos años.

Por ejemplo, la paciencia se me acabó por completo, igual que la prudencia y la tolerancia. Ya me quedan poquitas esperanzas, y el frasquito de Fe está también vacío.

La imaginación también está escaseando por estos rumbos. Debes saber que hay cosas de la canasta que ya no necesito, como la dependencia, y esa facilidad para hacer berrinches, que tantos corajes y problemas me han ocasionado. Así que quisiera pedirte nuevos productos para la canasta.

Para empezar, me gustaría que rellenaras los frascos de paciencia y tolerancia (pero hasta el tope), y mándame por favor el curso intensivo: "Cómo ser más prudente", volúmenes 1, 2 y 3.

Si tienes, envíame también varias bolsas grandes, pero "bolsones" de madurez, que tanta falta me hace. Quisiera un costal grande lleno de sonrisas, de esas que alegran el día a cualquiera.

Te pido por favor, que me mandes dos piedras grandes y pesadas, para atarlas a mis pies, y tenerlos siempre sobre la tierra.

Si tuvieras por ahí guardada una brújula para orientarme y tomar el camino correcto, te lo agradecería mucho.

Papito... Regálame imaginación otra vez; pero no demasiada, porque debo confesar que en algunas ocasiones tomé grandes cantidades, y me empachó. Nuevas ilusiones, y una doble ración de fe y esperanza también me caerían excelente.

Te pido también una paleta de colores, para pintar mi vida cuando la vea gris y oscura. Me sería muy útil un bote de basura, para tirar todo lo que me hace daño.

Te pido muchas zanahorias para tener buena vista, y no dejar pasar las oportunidades, por no verlas.

Necesito también un reloj grande, muy grande, para que cada vez que lo vea, me acuerde de que el tiempo corre y no debo desperdiciarlo.

¿Podrías mandarme muchísima fuerza y seguridad en mí mism@? Sé que voy a necesitarlas para soportar los tiempos difíciles, y para levantarme cuando caiga.

También quisiera un bote de pastillas, de las que hacen que crezca la fuerza de voluntad y el empeño, para que me vaya bien en la vida, y te pido unas tres o cuatro toneladas de "ganas de vivir", para cumplir mis sueños.

Necesito también una pluma con mucha tinta, para escribirte todos mis logros, y te sientas muy orgulloso de mí.

Pero más que nada, te pido que me des mucha vida, para lograr todo lo que tengo en mente que sé que te agrada, y para que el día que me vaya contigo, tenga algo que llevarte, y veas que no desperdicié el tiempo aquí en la Tierra.

De antemano, te agradezco lo que me puedas mandar, y te agradezco el doble todo lo que me mandaste la primera vez.

Con mucho cariño.... Te adora, tu hij@

Diez cosas que Dios NO te preguntará

10 cosas que Dios NO te preguntará

Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas;
...Te preguntará a cuánta gente llevaste para ayudarla.

Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa;
...Te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.

Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario;
...Te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.

Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo;
...te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo

Dios no te preguntará cuál era tu título;
...Te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad.

Dios no te preguntará cuántos amigos tenías;
...Te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.

Dios no te preguntará en qué vecindario vivías;
...Te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.

Dios no te preguntará el color de tu piel;
...Te preguntará por la pureza de tu interior.

Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la Salvación;
... Te llevará con amor a tu casa en el Cielo y no a las puertas del Infierno.

Dios no acusa; solo te pide que prediques con el ejemplo
Que Dios te bendiga siempre y te acompañe en tus nuevas obras.

9 feb 2014

El pastel

A veces nos preguntamos: ¿Qué hice para merecer esto? ¿Por qué Dios tiene que ser tan injusto conmigo?
Ahí va una explicación.

Una joven le contó a su madre que todo le había salido mal.
El examen de Matemáticas, fue terrible...
Su enamorado decidió terminar con ella y su mejor amiga, precisamente en este instante, no estaba en la ciudad.

Pero la madre, en aquel momento tan difícil, abrazó a su hija, la llevó a la cocina y empezó a prepararle un sabroso pastel, consiguiendo arrancar una sonrisa del rostro de su hija.

Preparó los utensilios e ingredientes que necesitaba, los colocó en la mesa y le preguntó a su hija:
-Querida, ¿quieres un pedazo de pastel?
-Claro mamá, sabes que me encanta el pastel...
-Está bien, respondió la madre. Bebe un poco de ese aceite que está en la cocina
Asustada, la hija respondió:
-¿Qué dices?  ¡Jamás bebería de ese aceite!

-¿Qué tal si te comes un huevo crudo?
-¡No mamá, respondió la hija!
-¿Quieres comer un poco de harina de trigo o bicarbonato de sodio?
-Pero mamá, ¿qué dices? ¡Eso me sentaría mal!
La Madre le respondió:
-Es cierto, todas esas cosas están crudas, sosas, pero cuando las colocamos juntas, en su justa medida, se transforman en un delicioso pastel.

Dios trabaja de forma similar.
La gente se pregunta: ¿Por qué Dios permite que pasemos por momentos difíciles?
Y no saben que cuando Él permite que todas esas cosas actúen según Su orden perfecto, siempre obran para bien.
No necesitas conformarte con ingredientes crudos. Déjalo todo en sus manos y sin darte cuenta se transformarán en algo fantástico.

Dios se preocupa tanto por ti, que...
Te envía flores todas las primaveras…
Hace que el sol brille todas las mañanas…
Y además, siempre está a tu lado dispuesto a escucharte y conversar.

“El podría vivir en cualquier lugar del universo, pero escogió vivir en tu corazón”

22 ene 2014

Las 10 cosas que Dios no te preguntará

Las 10 cosas que Dios no te preguntará

1. Dios no te preguntará qué modelo de
auto usabas;te preguntará a cuánta gente llevaste.

2. Dios no te preguntará los metros
cuadrados de tu casa; te preguntará a cuánta gente
recibiste en ella.

3. Dios no te preguntará la marca de la
ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste
a vestirse.

4. Dios no te preguntará cuán alto era
tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia
para obtenerlo.

5. Dios no te preguntará cuál era tu
título; te preguntará si hiciste tu trabajo con lo
mejor de tu capacidad.

6. Dios no te preguntará cuántos amigos
tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su
amigo.

7. Dios no te preguntará en qué
vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus
vecinos.

8. Dios no te preguntará el color de tu
piel; te preguntará por la pureza de tu interior.

9. Dios no te preguntará por qué
tardaste tanto en buscar la Salvación; te llevará
con amor a tu casa en el Cielo y no a las puertas
del Infierno.

10. Dios no te preguntará a cuántas
personas enviaste este mensaje; te preguntará si te
dio vergüenza hacerlo.

21 ene 2014

Dicen que una vez un hombre, era perseguido por varios malhechores que querían matarlo...

EL MURO

Dicen que una vez un hombre, era perseguido por varios malhechores que querían matarlo. El hombre entró a una cueva. Los malhechores empezaron a buscarlo por las cuevas anteriores de la que él se encontraba.

Con tal desesperación elevó una plegaria a Dios, de la siguiente manera: "Dios todopoderoso, haz que dos ángeles bajen y tapen la entrada, para que no entren a matarme".

En ese momento escuchó a los hombres acercándose a la cueva en la que él se encontraba, y vio que apareció una arañita. La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada.
El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez más angustiado:
"Señor te pedí ángeles, no una araña."
Y continuó: "Señor, por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada para que los hombres no puedan entrar a matarme".
Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada, y observó a la arañita tejiendo la telaraña.
Estaban ya los malhechores accediendo a la cueva anterior a la que se encontraba el hombre y éste quedó esperando su muerte. Cuando los malhechores estuvieron frente a la cueva que se encontraba el hombre, la arañita ya había tapado toda la entrada. Entonces se escuchó esta conversación:

Primer hombre: Vamos, entremos a esta cueva.
Segundo hombre: No. ¿No ves que hasta hay telarañas? Nadie debe haber entrado en esta cueva desde hace tiempo. Sigamos buscando en las demás cuevas.

Moraleja. "La fe es creer que se tiene lo que no se ve. Perseverar en lo imposible" Hay una frase muy bella que dice:
"Si le pides a Dios un árbol te lo dará, en forma de semilla".

Pedimos cosas que desde nuestra perspectiva humana son lo que necesitamos, pero Dios nos da aquellas con las cuales nos muestra que con cosas muy sencillas, Él puede hacer mucho más.

Como en esta lectura, a veces pedimos muros para estar seguros, pero no tendría ningún mérito pues sabríamos y tendríamos la certeza de que estamos protegidos. Dios, en cambio, nos pide además confianza en Él, para dejar que su Gloria se manifieste y haga que algo como una telaraña nos dé la misma protección que una muralla.

Si has pedido un muro y no ves más que una telaraña, recuerda que Dios puede convertir las cosas... y confía en Él.

15 dic 2013

¿De qué tamaño es Dios?

Un niño le preguntó a su papá: 
¿de qué tamaño es Dios?

Entonces al mirar al Cielo su padre vio un avión y le preguntó a su hijo: ¿De qué tamaño ves aquél avión?

El chico dijo: es muy pequeño, casi ni se alcanza a ver.

Entonces el papá lo llevó al aeropuerto, y al estar cerca de un avión le preguntó: y ahora, De qué tamaño dices que es?

El chico le respondió con asombro: ¡Papá, es enorme!

El papá le dijo entonces: Dios es así, el tamaño va a depender de la distancia que tú estés de Él.

Cuanto más cerca estés de Él, Mayor Él será en tu vida.